La revista HiFi Live ha publicado la prueba de dos equipos TELOS que tratan la alimentación eléctrica y fase de nuestro equipo: el TELOS GNR (de “Grounding Noise Reducer” o reductor del ruido de la toma de tierra) y el Telos QNR (de “Quantum Noise Resonator”).
EL QNR se ocupa de la sincronización de la fase eléctrica mientras que el GNR del equilibrado de las tierras de los equipos del sistema.
Incluimos aqui un extracto de la prueba realizada por Josep Armengol, que podéis leer integra en la revista HiFi Live:
Telos Audio GNR y QNR
Telos con el GNR V3.1 va un paso más allá que otros equipos pasivos de tratamiento de tierras: monitoriza las diferencias de potencial, y la línea neutra, y ofrece un voltaje de referencia que se corrige con precisión de forma activa. Telos lo asimila a usar un reloj de precisión en un reproductor digital, pero en realidad es más importante que eso porque, si funciona, asegura que cada aparato y cada circuito funcionará de forma óptima, sin ruido en la alimentación y sobre todo sin ruido en la tierra, siendo ésta realmente estable. En cualquier conexión RCA, por ejemplo, si el chasis (la masa del conector) fluctúa, la señal (en la punta) se distorsiona.
De hecho, según Telos usar el GNR es equivalente a usar una línea de alimentación dedicada para el equipo, aislada incluso de la del resto de la casa.
Respecto al QNR, Telos lleva tiempo experimentando con circuitos que realizan esta función: básicamente, detecta ruidos y picos en la línea de alimentación, sobre todo por encima de 1 kHz, y los elimina. Cuenta con diferentes filtros pasivos pero también un chip activo que detecta la distorsión en la línea y genera una señal sincronizada que compensa la distorsión en fase inversa, para dejar la onda de alimentación lo más pura posible.
En esta versión “tres punto uno” destaca el uso de componentes estrechamente seleccionados, lo que aumenta el coste al desechar aquellos que no cumplen. El resultado, dicen, es que el sistema reduce su nivel de ruido básico mejorando la claridad del sonido, resultando éste más suave.
La escucha:
El equipo del sótano, con diferente fuente, amplificador y cajas, me dio exactamente el mismo resultado: con el QNR conectado tenemos un mayor orden y una ganancia en profundidad de la escena aún más apreciable gracias a la mejor acústica en este caso.
Donde más lo noté fue en el salón, no sé si porque allí el GNR tiene una tierra que usar como referencia, o porque las cajas (monitores cerrados Merlin TSM) no van sobradas de “cuerpo”. Porque ésa fue la mayor diferencia apreciable: más cuerpo, como si las cajas tuvieran unos litros más de volumen. No daban más grave en el sentido de mayor pegada, sino notas más naturales, más redondas, más presentes. Me recordó al cambio de sonido de estas cajas cuando pasé del Filarmonía (una pareja de EL34 por canal y 30 W) al Gran Filarmonía (dos parejas y 60 W), es decir que un piano sonaba más grande, un contrabajo más natural y lleno, una voz con más carne en los huesos.
Sobre todo me llamó la atención otro efecto: la música estaba más “ordenada”, la escena era más precisa, incluso ganaba profundidad. Las palabras de una vocalista eran más inteligibles, las notas de un instrumento más precisas… La música parecía más “fresca”, y cuando desconectaba el Telos daba la sensación de que aparecía un velo gris que antes no apreciaba. Cada vez que probé “sin”, la música me parecía aburrida, pasaba temas y estaba deseando volver a conectarlo para comprobar si era eso. Y sí, era eso.
El Telos QNR no es de precio desorbitado y ha sido el descubrimiento. Recomendado
QNR PVP: 1.795 euros